
Después nos fuimos al Lincoln Center, a mirar a la tienda del Metropolitan. No tenían gran cosa, y casi todo eran más bien souvenirs en plan las tiendas de Aldeasa de los museos. Así que cruzamos la calle al Barnes and Noble, y allí sí tenían más selección de cosas. Estuve a un tris de comprarme el DVD de Peter Grimes, pero al final pensé que esperaría a ver la ópera por si acaso no me gustaba. Antes de entrar a la ópera fuimos al restaurante Pomodoro, que por lo que Silvia me contó sale en Sexo en Nueva York. Yo me tomé unos farfalle con salmone que luego me dieron un poco de lata, así que no sé si estaban del todo en condiciones. En fin...
Por supuesto que me gustó Peter Grimes, y muchísimo! Expone el drama del hombre que no encuentra su sitio en la sociedad, del descastado que es rechazado por el rebaño y al final se ve abocado a autodestruirse. Increíble!
En esta foto mi hermano y Silvia sostienen ejemplares del último libro de mi hermano sobre tragedias de Sófocles:

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